Nací el 26 de diciembre de algún año algo retirado. Es posible que la fecha me haya facilitado la capacidad de compartir con los demás aquello que más atesoro, después de mi familia, como es mi conocimiento.
He escrito sobre historias ficticias, reales, sueños, pesadillas en el libro «Cuentos y no tanto«. Me enorgullezco de que ninguna de ellas muestra su categoría y queda siempre a la interpretación del lector la veracidad, o no, de cada una de ellas. El objetivo, el de siempre, compartir con todas las personas que así lo deseen.
En los inicios de 2017 comencé a plasmar en papel (Word) las ideas que llevaba macerando en mi cabeza desde hacía seis años. Fue el momento, la señal, de que tenía muchas cosas más que compartir. En esta ocasión son esquemas profesionales sobre la nueva organización, el cambio que, sí o sí, deberá de iniciar toda organización que piense en su futuro, cuando el futuro no es más de dos años.
¿Habrá más? Una vez pruebas el chocolate artesano y puro, con su amargor y regusto, ya no puedes olvidar la experiencia y repetir. A pesar del orgullo y la satisfacción de escribir, lo que más deseo es recibir las sensaciones y pensamientos de los lectores. El debate es el momento estelar, cuando se intercambian opiniones y se alcanza la riqueza compartida.
Nunca en mi vida he utilizado el punto final. Todo se hace posible si lo deseas y, por supuesto, te pones en marcha con decisión.
Observatorio de la transformación 