Harambee es la expresión que se usa en África cuando se necesita que todos colaboren con todos. ¿Hay una familia en apuros? ¡Harambee! ¿Hay que construir una escuela o una casa? ¿Hay que allanar un camino? ¡Harambee! Cada uno ofrece todo lo que puede: trabajo, dinero, esfuerzo, materiales… Todos dan y todos reciben.
No recogen personas, vivas o muertas, en las tragedias que protagonizan las miserables mafias en los mares y océanos. Hacen realidad el sueño de tener una vida digna y un futuro esperanzador sin abandonar su tierra, su familia, su historia.
He conocido Harambee y a las personas que hacen posible este milagro con recursos muy limitados, compensado de largo con su gran pasión. Recientemente he tenido el gran honor de compartir una conversación con Pilar, Ana y Ramón, cabezas visibles del poder humano que compone Harambee.
Harambee nació en 2002 con unas visión y misión diferentes a la mayoría de las ONG conocidas. Por este motivo está inscrita como ONGD, enfocada en el desarrollo. Una de las primeras diferencias que me entusiasmó es que nadie cobra un céntimo en Harambee. Absolutamente todas las personas que colaboran desde cualquier labor o responsabilidad lo hacen de manera altruista, por lo que todo el dinero que recaudan puede ser destinado a los proyectos de desarrollo. (Hasta la sede, pequeña oficina muy coqueta y eficiente, es una cesión de uso sin contraprestación económica y sin límite de tiempo)
Todo esto está muy bien, pero ¿qué diferencia a Harambee? La dedicación a proyectos de compromiso con el país. Por ejemplo, se asignan becas para estudiar en Europa a personas que demuestran pasión y esfuerzo por incrementar su conocimiento, con dos únicas condiciones: aprovechamiento y regresar al país de origen. HARAMBEE no quiere descapitalizar los países subsaharianos, su apuesta es contundente: instaurar la cultura del trabajo como lanzadera hacia los sueños individuales y del colectivo, así como generar una onda expansiva que contagie con las posibilidades reales de prosperar y ser dueños de su futuro.
Para lograrlo selecciona, in situ, aquellos proyectos locales (quién mejor que los nativos para conocer sus necesidades) que inspiran los valores de Harambee. El «mediador» siempre es una persona/organismo de total confianza, que tampoco recibe remuneración por la colaboración de desarrollo. De esta manera se evita que los fondos se vayan quedando por el camino.
Objetivo: que los fondos arraiguen a las personas a su tierra con proyectos viables de futuro y expansivos. ¿Qué mejor manera de evitar que quieran jugarse la vida por una aventura macabra?
DATOS
- Esperanza de vida: 45 años
- 50% de las niñas sin escolarizar
- 46% llegan a primaria
- 1% llegan a secundaria
- <53% de los jóvenes tienen acceso a servicios sanitarios
- >30 millones de personas han muerto por SIDA
MUJER
En Harambee no existen filtros por sexo, edad, religión o cualquier otra forma de discriminación. La diversidad y el esfuerzo son sus banderas. En este contexto, las niñas sufren doblemente la miseria, ya que por ser mujer están aún más relegadas y marginadas y se encuentran en el último peldaño de la escala social. Por ello, Harambee muestra una sensibilidad especial por potenciar la autoestima de la mujer como baluarte de la familia y por extensión, como figura de poder social.
Me contaron una historia que me conmovió:
Adele, una madre de familia, estaba en la cuneta de una carretera vendiendo productos para conseguir dinero con el que, pagando a las mafias, embarcarse en un viaje sin garantías rumbo a Europa (España como primer destino) Su marido estaba en paro y ella era analfabeta, era carne de mafia. Fue vista por una persona colaboradora de Harambee que se paró y habló con ella. Cuando le contó la historia, Harambee le ofreció la posibilidad de escolarizarse. Se abrió el cielo de sus esperanzas y consiguió una beca de estudios. En la escuela Yaraní de Abidjan aprendió a leer y escribir, las cuatro reglas de operación, contabilidad básica, marketing y formación profesional de peluquería. Terminó los estudios y comenzó a trabajar en una peluquería como empleada. Al año, la dueña decidió trasladarse y traspasó el negocio a Adele. Ahora tiene cuatro empleadas y todos sus hijos pueden ir a la escuela.
Coste de la beca: 480€
LOGROS
Cada año se convoca el premio internacional Harambee donde se galardona a la persona que ha materializado su sueño, se ha convertido en referencia mundial en su ámbito profesional y lo hace como referencia desde su país de origen. Duni Sawadogo, galardonada en 2021:
PROYECTO «Lucha contra la inseguridad alimentaria en Kinshasa y Bajo Congo. Mejorar y diversificar las explotaciones agrarias propiciando un mayor acceso al agua.»




Detrás de cada proyecto HARAMBEE hay personas que han transformado su vida y la de su entorno. Mantienen sus raíces y la esperanza. Son los auténticos dueños de su vida. Conseguirlo en un entorno hostil es uno de los mayores logros de autoconfianza y autoestima.
<p class="has-text-align-center has-dark-gray-color has-text-color" style="font-size:47px" value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">¿Qué necesita África?¿Qué necesita África?HARAMBEE
Debe estar conectado para enviar un comentario.